Instituto de Historia PUCV realizó Conversatorio “Cultura y Política en Chile”

El objetivo de la actividad fue situar una discusión académica en torno a la relación cultura y política en Chile, estudios que han sido ampliamente abordados por la filosofía, la sociología y las artes visuales, pero que no han tenido el mismo tratamiento en la historiografía.

01.07.2022

¿Por qué sería relevante estudiar la relación entre política y cultura desde la historia?; ¿De qué manera la cultura se puede entender como un campo en disputa?; ¿Existe una relación entre poder y cultura? y ¿por qué es importante para la historia política estudiar la acción de lo cultural en los procesos políticos? fueron algunas de las interrogantes analizadas en el conversatorio “Cultura y Política en Chile”, actividad organizada por Igor Lepe, doctorando en Historia por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y el Instituto de Historia PUCV.

Con el convencimiento de que la historiografía puede incidir decisivamente en el debate a través de sus recursos metodológicos, los organizadores y los/as investigadores/as invitados/as propusieron una reflexión ampliada, con la finalidad de compartir metodologías, hipótesis y miradas proyectivas sobre la temática abordada en este encuentro.

El Dr. Ricardo Iglesias, director del Instituto de Historia PUCV, brindó el discurso de bienvenida del conversatorio y señaló la importancia de la relación histórica entre Estado y campo cultural, la reflexión sobre el diseño e implementación de políticas culturales, además de las observaciones sobre los procesos de continuidad y cambio en sociedad, cultura y política.

Música y Política en Chile

El Dr. César Albornoz en su presentación dio a conocer cómo la música popular masiva en Chile da cuenta de la política con sus movimientos sociales. La música como objeto de protesta que demuestra lo político, desde la UP hasta el estallido social.

“La relación entre cultura y política, desde mi perspectiva, no es necesariamente aquella cultura que da cuenta de política, sino que, de la cultura, en cuanto representación simbólica, nos puede ayudar a comprender la sociedad en su dimensión temporal. Por lo tanto, la música y la cultura pueden ser comprendidas no solo como objeto de estudio sino también como un vestigio, un indicio de una sociedad determinada, también puede ser considerada como una fuente”, explicó Albornoz. El investigador agregó que “simbólicamente a través de los contenidos de los distintos temas musicales uno puede apreciar actitudes, mentalidades y valores de una determinada época. El desafío me parece que puede ser no solo atender la cultura en cuanto a política, sino que atender la política y la sociedad desde la cultura, desde aquellas intenciones en las cuales la música es una”.

El doctor mencionó que en tiempos de reforma y revolución que condujeron a una vía chilena al socialismo, experimentada históricamente por el proyecto de la Unidad Popular, entre los años 1970 y 1973, un género musical se transformó en experiencia cultural, rimando su origen, consolidación y construcción de identidad nacional, con el proceso de progresiva construcción de un Chile socialista. Conviviendo con una escena musical donde la Nueva Canción Chilena era hegemónica en cuanto representativa de política contingente, el rock irrumpió como una experiencia social relevante.

Políticas Culturales

“El folclore como disciplina de investigación, política cultural, como campo en conflicto, eran parte de mis intereses de estudios. Debo confesar que la idea de adoptar lo político para observar lo cultural no fue algo que decidí, sino que se fue dando a medida que iba avanzando en mi estudio”, explicó Karen Medina, académica UAH.

La profesora indicó que con el tiempo se dio cuenta que podía hacer una historia cultural desde lo político. Había algo poco estudiado en los 2000, que era el tema de las políticas culturales en dictadura. Medina ha analizado la proyección y el estudio del folclore en el siglo XX, el desarrollo de la música popular y su relación con los discursos políticos, la historia de la cueca chilena y recopilaciones sobre poesía popular en el siglo XIX.

La académica rescató los desafíos que aún quedan para hacer estudios desde el análisis casi político institucional del accionar cultural del Estado, orientándose más hacía este punto, por la falta de información que hay al respecto.

La Dra. Isabel Jara, académica de la Universidad de Chile, fue la siguiente expositora de la jornada. Ha publicado numerosos artículos de investigación en cultura y política, con énfasis en los temas de nacionalismo, las políticas culturales durante la dictadura de Pinochet y los aspectos simbólicos en política. “He podido hacer historia cultural desde lo político. Me interesa reforzar esos dos elementos. Asimismo, me motiva comprender las instituciones estatales que se dedicaban a políticas culturales en tiempos de dictadura”, puntualizó.

En relación a la dictadura chilena la académica se plantea frente a las artes, principalmente abordando dos grandes temas: “Búsqueda de consenso y legitimización, que también les interesa a las dictaduras, en tanto buscan influir o buscan reconstruir una subjetividad, y este caso la sensibilidad del ciudadano. No son solo dictaduras comisarias también hay procesos de fabricación de concesos de legitimidad, y dentro de esto el uso o la relación con el arte es un elemento importante más allá que resulte marginal dentro del campo cultural y la cultura dentro de las políticas sociales y económicas. El arte tiene un prestigio tradicional o ciertas prácticas con el cual un régimen puede vestirse, por otra parte, el arte cumple un papel específico para trabajar subjetividades, en particular la enseñanza estética o artística”.

Una segunda razón para investigar las ideas dictatoriales sobre el arte es la idea de que el campo cultural no hace una simple transferencia mecánica del imaginario político. “Hay interacciones complejas. El campo del arte filtra, difiere, tamiza un poco así, lo que son los intereses sociales que se involucran en las luchas simbólicas. El arte sublima imaginarios, el arte exalta lo que son contiendas políticas y al mismo tiempo permite entrever los matices y también las contradicciones que se posan en la construcción social de una dictadura”, precisó Jara.

Gestión Cultural

Rafael Chavarría, académico USACH, se refirió a la gestión cultural en Chile. “Hablar de gestión cultural genera conflictos, porque en términos generales se comenzó a hablar de esto en la década de los 90, con Claudio di Girolamo. Cuando se referían a políticas públicas se necesitaba en el fondo darle una capacidad de agencia a estos actores culturales, que eran en cierto modo administradores que necesitaba el Estado porque el aparato no existía. Todo esto respecto a la cultura y las complejidades que implica desde la óptica patrimonial, artística y también desde la memoria. Pero siempre estaba permeado completamente por esta racionalidad neoliberal por lo que si se mira el panorama latinoamericano se habló de gestión cultural en México a inicios de los 80; a fines de los 70 en Brasil, etc. El concepto de gestión cultural no tiene más de 40 años”, destacó Chavarría.

El investigador se ha dedicado a encontrar los vestigios de la gestión cultural durante la Unidad Popular, antes de que esa práctica se llamara gestión cultural. Cómo se encauzaban los sueños, que se expresaban en las iniciativas culturales que buscaban construir una nueva cultura.

Igor Lepe, doctorando en Historia por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y organizador del conversatorio, agradeció al Instituto de Historia PUCV, la posibilidad de realizar este encuentro y la presencia de los/as expositores/as invitados/as. Asimismo, el doctor David Aceituno, académico del Instituto de Historia PUCV, brindó las palabras finales analizando distintas películas y documentales que dan cuenta de la historia política reciente y la importancia de las diversas manifestaciones culturales que abordan estas materias en nuestro país.

 

Natalia Cabrera Vásquez
Instituto de Historia